diciembre 11, 2013

[ My Little Pony ]


.:: Mi Pequeño Pony: El origen de un curioso fenómeno viral ::.
[ Por: DD-Evo ]

[ PREPARANDO LA MONTURA ]


En Octubre de 2010, Hasbro encontró su mina de oro con Transformers, películas que venden a pesar de carecer de una trama interesante porque nadie les exige algo más - ése mismo año, la compañía de juguetes se separa del canal de animación por excelencia, Cartoon Network, y forma una alianza con Discovery Channel.

Así nace The Hub, el canal infantil de Discovery que Hasbro usa para promover descaradamente todas sus franquicias, un movimiento que un crítico de televisión, maldito como pocos para otorgar su opinión, dijo que liquidaría la animación occidental de calidad.

[ EL CRÍTICO ]

La crítica de Amid Amidi no es infundada [de hecho, les exhorto a leer su tristemente celebre artículo dando click aquí]. Todos hemos oído – o incluso, nos hemos quejado- que durante la primera década de este siglo disminuyó la calidad y el rating de la animación norteamericana, lo que abrió las puertas al éxito de series de televisión para pre-adolescentes como iCarly o Zoey 101. En este mundo, Teen Titans y Avatar: The Last Airbender se cuentan más como excepción que como regla.


A los ojos de aquel crítico, la llegada de The Hub buscó arrancar todo propósito narrativo y servir como vil recurso mercadológico para la compañía de juguetes. Que Lauren Faust -cuyo curriculum incluye nombres como Las Chicas Superpoderosas o Mansión Foster- estuviera involucrada en una caricatura de Mi pequeño Pony era un golpe contundente.

Pero aquel crítico no contó con algunas cosas.

1) Que Faust logró balancear una existencia mitológica con personajes agradables.

2) Que el dinero invertido en la serie permitió una animación interesante.

3) Que su comentario atrajo la atención de sectores de internet que quizá pudieron permanecer inmunes, al menos inicialmente, a lo que estaba por ocurrir.

[ A GALOPE ]

No sé exactamente qué se esperaba ver aquel 10-10-10, pero el show creado para niñas pequeñas comenzó con una leyenda, inofensiva sí, pero a la vez cargada de todos esos pequeños detalles que los filólogos aseguran contienen todas las buenas leyendas, una pelea entre fuerzas de luz y oscuridad, profecías, héroes reacios, un viaje, cruzar ríos y obstáculos, ser tentado por el mal, enfrentarlo y vencerlo, y todo esto eso escenificado por ponies de colores.

Quizá elegir de entrada cualquier otro episodio habría reducido poder a la serie.

La primera temporada de Mi pequeño Pony se conformó con presentar aventuras mundanas y finalizar los episodios con una lección muy al estilo de las caricaturas ochenteras, salvo que –en la mayoría de los casos- la entrega resultaba más efectiva, y ¿acaso no amamos la nostalgia y le permitimos de vez en cuando reaparecer y ser mejorada?

Sin duda My Little Pony: Friendship is magic contaba con elementos que se sentían retro, con colores y animaciones mucho más fluidas eso sí, y refinados para la etapa actual.

[ UN FENÓMENO DE INTERNET INICIA ]

El éxito de Mi pequeño Pony –insisto en llamarle así aunque es justo esta generación donde el nombre en inglés se ha estandarizado- proviene de una naturaleza viral, desde diversos foros de la internet se empezó a ver, comentar y difundir material al respecto, no tardaron en hacerse presentes los memes de los ponies, los pequeños detalles, incluso los errores, empezaron a ser cazados con afán por interesados de distintas edades.

La generación de trabajos creados por fans empezó a inundar la internet más allá de memes y gifs, a veces demostrando el extraño tipo de fandom que la serie había alcanzado.

De ello profundizaré en futuros artículos.


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[edición: Vale García]

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