diciembre 04, 2013

[El escuadrón retro]



 “¿Por qué todos los que algún día estuvieron mamados se siguen poniendo playeras ajustadas cuando están cerdos?”
--El Control De Atari, El Escuadrón Retro, Guffo Caballero 2013


 Un día te despiertas. Tienes treinta. Tu niño interior casi ha muerto. Tu adulto exterior empieza a morir. No deseas que nada de eso pase, pero pasa y de repente ahí está: El Escuadrón Retro salvándote de las nuevas cosas.

Primero que nada: Aunque la mayoría de mis amigos se encuentran entre los 30 y 40 años yo aún no formo parte de tan honorables filas. Aún estoy chavo y se me hace fácil, pero entiendo a mis amigos y sus intentos por no querer soltar ni su niñez, ni su juventud. ¿Por qué? Tal vez porque pensamos que todo tiempo pasado fue mejor.

Para el equipo formado por el refresco TAB (que nunca conocí), la palanca de Atari (que nunca jugué) y el cubo Rubik (que deshonrosamente nunca acabé) esto es una realidad y piensan que los tiempos actuales con sus Wii, refrescos con aspartame e impresoras 3D son un verdadero peligro para sus propias vidas, por lo que pelearán contra ella a toda costa.

¿Qué virtud tienen nuestros héroes? Absolutamente ninguna.


No son guapos, no tienen dinero, no son fuertes y lo único que les queda es recordar el tiempo en que fueron lo sobresaliente de los 80. Eran lo mejor, y ahora, dentro de la cabeza de Guffo (y, claro, en la nuestra) pelean para hacerse del espacio que les fue arrebatado por lo novedoso del tercer milenio.

Así, esta triada de héroes sin honor alguno se encuentran con sus amigos del pasado: Un Pancho Pantera obeso pero con feeling de mamei, el Gansito Marinela que sí parecía ganso, El Tigre Toño quien habla de forma resignada sobre su nuevo trabajo.

Pero también combaten contra aquellos que erraron el camino: Popeye el marino con problemas de drogas (¿a poco creían que las espinacas así solitas daban poderes?), El malvado Tío “McPato” burgués sin escrúpulos y El Capitán Cavernícola vagabundo exhibicionista.


Son los treintones-cuarentones que se aferran a títulos y personajes que no importan desde hace 20 años sólo porque en “sus” tiempos fueron “la onda”. Es el retro que entiende que sus mejores años ya pasaron y los recuerda con una depresión constante. Y sin duda también es al que le vale lo que piensen de él porque siempre “tendrá lo suyo”.

¿Se fijan hacía dónde va todo esto? No son los personajes, ni los héroes, ni los villanos. Somos nosotros que nos reímos cuando encontramos a algún conocido que le va mal, que maldecimos cuando algún amigo nos presume que le va mejor que a nosotros y que recordamos a Mazinger-Z, los Teletubies, nuestros juguetes o las armas caseras de la niñez. 



Somos nosotros, nuestros amigos, conocidos y nuestro feeling puesto en forma de chiste magistralmente por Guffo. ¡Y vaya que da risa!

Bajo el sello CreatoMotor la edición alargada muy similar a la que nos tiene acostumbrados Polo Jasso y su Cerdotado me parece muy acertada para este tipo de tiras cómicas, incluye 111 páginas en blanco y negro junto con un prólogo de Guffo explicando la existencia del Escuadrón.

El dibujo, limpio y preciso en el arte de divertir, nos logra evocar casi sin problemas los personajes o distintivos de la época que aparecen en las tiras.


Cabe señalar hay un par de los llamados “errores de dedazo” entre los globos, pero nada que te impida disfrutar el material. Si algo pudiera agregar es que me gustaría haber visto el cómic en color, pero considerando que esto elevaría el costo del libro es tal vez algo de lo que puedo prescindir por el momento.

Una importante advertencia es que el humor va muy enfocado para personas de 25 años para arriba y si tienes menos de esa edad tal vez tengas problemas para entender sus chistes.

El Escuadrón Retro está aquí para mostrarnos que lo chévere es aquello que recuerdas y que lo horrendo es el presente. Pero también es una llamada de atención para aquellas vidas que pueden convertirse en bromas o para los sueños de adelgazar que podrían ser realidad. 


En una lucha sin cuartel (pero perdida desde el inicio), nuestros héroes pelean contra Cronos de la forma más absurda e hilarante posible, pero no se les olvide: Cronos nos come a todos.

Pero si Cronos ya te devoró, lo de menos es reírte de ya no aguantar comer todo lo que encuentres, ni correr dos horas sin descanso y mucho menos ir a trabajar después de la borrachera con “aguas locas”.

Porque lo último que se debería ir en el ser humano, es el buen humor. 



Por otro lado el buen Guffo nos ha dado un par de ejemplares para regalar a los lectores de La Covacha. Si se te antojó el libro envíame un correo a luishlobo@gmail.com del 13 al 16 de Diciembre con una foto tuya sosteniendo un Tamagochi, mi objeto retro favorito (y que nunca tuve) o con una Pepsi Card (¡más fácil, pues!).

Las condiciones son seguir en Tuiter a @La_Covacha, @GuffoCaballero y @GaiderAbdul

Además de dar like en Facebook a La Covacha y a Tracia Geek-Store (quien pagará tu envío si es que estás en el interior de la República exicana).
Sencillo ¿no?

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