diciembre 12, 2011

[ELEKTRA LIVES AGAIN]



“El cura tenía razón. ‘Debes liberarte de ella,’ dijo. No era ella la que me perseguía a mí. Yo la perseguía a ella… El fuego; incluso desde el otro lado de la calle, es abrasador. Pero ella está fría. En algún lugar frío.”

--Matt Murdock, Elektra Lives Again, Miller-Varley, Marvel Comics 1990--


Elektra está muerta.

Desde que Bullseye la atravesara de lado a lado con su propio sai, Daredevil ha sufrido por la pérdida de su amor, su calor y compañía.

Pero todas las noches, Matt sueña con ella; el sueño empieza con oscuridad, refugio, viento y nieve, la mira mientras intenta desesperadamente lavar la sangre de sus manos con agua helada; los pecados que ha reunido luego de matar a tanta gente. 

El agua nunca es suficiente para lavar sus pecados por completo y se convierte en un charco de sangre. De pronto los escucha; se acercan, puede oírlos. Elektra corre desesperada cuesta abajo en una montaña, tiene los brazos y los pies encadenados; detrás de ella, a toda velocidad la persiguen aquellos a quienes ha matado. Apostadores, bandidos, criminales, padres, madres, niños, bebes.

Cadáveres con forma semi humana jadean y luchan por atraparla; ella siempre cae. Cada día la alcanzan. Le separan los miembros del cuerpo, le arrancan los ojos, rompen sus huesos. Cada vez la destazan en un festín de venganza infernal. Muertos vivientes aplicando desagravio contra su ejecutora.
Todos los días, Murdock ve a la mujer que más ha amado en su vida ser cortada en pedazos y destripada por todos aquellos a quien hizo daño. Todos los días lo observa sin poder hacer nada.
Intenta tapar su dolor con mujeres, trabajo y rezos. Pero nada es suficiente; Elektra inunda su pensamientos una y otra vez.

Pero hay otra parte del sueño; un ritual. ¿Es una premonición ó un aviso? ¿Está realmente viva?

De pronto, algo más es una señal de alerta; Lester ha muerto. El responsable de la muerte de Natchios ha muerto, eso no le crea ningún confort. Pero en un mundo de ninjas, las cosas muertas normalmente no se quedan así.

Al darse cuenta de esto Matt llevará a cabo una carrera frenética para evitar que Bullseye regrese de la muerte. Sin embargo, no sólo él estará interesado en el evento. 

Hay varias cosas a notar en esta novela gráfica; la primera de ellas es que me parece que somos testigos de uno de los mejores trabajos a color de Miller (que siempre su mejor dibujo será Sin City) lo cual destaca por sí mismo ya que se encarga de llenar con texto los huecos dejados por su horrendo trazo ayudándose el uno al otro en una simbiosis perfecta.

La manera en la que cuenta la historia es realmente de poner atención. Normalmente el buen Frank se encarga de hacer una especie de “ilustración” abarrotando mucho texto en relativamente pocos dibujos (ó en su defecto haciendo páginas completas de lo que pudo ser una viñeta). Tal vez nos tiene acostumbrado a esto y tal vez a algunos les agrade, pero aceptémoslo; no es la mejor manera de contar una historia. Aunque es cierto que es esa la forma exacta en la que Miller empieza esta historia en algún momento empiezas a cambiar vertiginosamente de página a página pasmado por la rapidez con la que cuenta los sucesos que pasan hasta llegar al clímax. La referencia del “infierno congelado” de Dante Alighieri es de agradecerse.

El color resalta en automático, pero creo que es ocioso hablar de él ya que sabemos que la señora Lynn Varley siempre ha entendido cómo hacer su trabajo a la perfección.

Elektra Lives Again nos presenta una historia singular sobre personajes que buscan poderosamente que las cosas muertas se queden debajo de la tierra, explora el amor de dos personas que jamás podrán pertenecerse de nuevo y muestra cómo la fe de un hombre a veces puede ser su único desahogo.

Al empezar a leer el cómic, me dio la impresión de que el guión intentaba hacer una sátira del poco conforte que otorgan las confesiones en la iglesia católica (lo cual leyendo sus demás trabajos estoy seguro que es su postura oficial); pero creo que muy por dentro, el autor respeta extraordinariamente a su personaje. Le muestra a un sacerdote para quien Murdock es sólo uno más en la fila de pecadores y cuyo caso definitivamente no es más importante. 

Pero Matt escucha al sacerdote. Porque no tiene más que perder; le duele su corazón, no hay a quien golpear para quitar su sufrimiento y él sabe que Dios le muestra un camino, aunque no lo pueda ver inmediatamente. 


Peleas, mujeres, ninjas y todo a lo que nos tiene acostumbrado Miller, con el profundo dolor que tiene Matt Murdock al haber perdido (y tal vez volver a perder) a su vieja enamorada.

Cuando pierdes a tu más grande amor: ¿El recuerdo te persigue a ti; ó tú persigues al recuerdo?

Elektra Lives Again en resumen es una excelente historia de Daredevil. Y como todas las buenas historias de Daredevil, nos enseña sobre fe, voluntad, miedo, amor y afrontar una gran pérdida.
Elektra está fría; en algún lugar frío.

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