julio 10, 2014

[ JUEVES DE CLÁSICOS ]


.:: LA HISTORIA DE UN COLECCIONISTA ::.
[por Raúl Pantoja]

¿Coleccionista, completista o simplemente lector? Es difícil saber, pero trataré de explicarlo en estas líneas:

Cuando era un niño de 4 años y aún no sabía leer, mi madre tuvo el error de poner en mis manos varias historietas del Asombroso Hombre Araña, Superman y Batman para que me entretuviera en un rincón viendo los dibujitos, (y digo "error" porque en ese momento ella no tenía idea de lo que desencadenaba); Ahora a los niños los entretienen con tablets, juegos de video o la tele, pero en los 80 se recurría a los cuentitos, o al menos mi señora madre, y eso hizo las delicias de quien esto escribe.

Cuando por fin aprendí leer ya contaba con una jaba de madera (de esas en las que transportaban la fruta) llena de historietas de mis personajes preferidos de Novaro y Novedades Editores, encargadas de editar los cómics de aquélla época.

Todos los días pasaba por el puesto de revistas que quedaba a tan sólo una cuadra de mi casa y le pedía ansiosamente más cuentitos a mi madre mientras ella buscaba religiosamente revistas como TVyNovelas, Lágrimas y Risas, Vanidades, entre otras.

Así empecé a juntar cómics apasionadamente y a releerlos cuantas veces quisiera. En mis manos desfilarían historietas de La Pequeña Lulú, Ricky Ricón, Archi, la Zorra y el Cuervo, Gasparín, Tom y Jerry, Batman, Superman, el Hombre Araña, los Vengadores, la Mujer Araña, los 4 Fantásticos, entre muchos otros.


Pero ¿cuándo me convertí en un coleccionista de cómics "serio"? Creo que en mi pre-adolescencia. Tenía 12 o 13 años cuando cayeron mis primeros cómics en inglés y formé un club de comiqueros llamado Xpression-Club, donde los miembros vendíamos ejemplares repetidos, intercambiamos cómics y generamos algunos buenos centavos.

Junto a otros coleccionistas de todas las edades realizamos mini-convenciones de intercambio y venta de historietas (creo que logramos realizar 14 pequeños eventos a lo largo de varios años). En el más exitoso logramos juntar entre 500 o 600 personas, e inclusive aparecimos en el periódico y nos entrevistó la radio. 

En la década de los 90, durante el boom del cómic con la Muerte de Superman, miembros del club empezamos a comprar prácticamente todo lo que salía en español y en mis idas familiares a Guadalajara compraba cientos de cómics en inglés en la desaparecida tienda "Máster Cómics" (ubicada en Av. Guadalupe). Llegué a un acuerdo con el dueño para que me enviara las historietas hasta mi domicilio, ya que en mi estado no había tiendas especializadas (algo que perdura hasta el día de hoy).

Para poder solventar la compra de mis historietas ayudaba en el negocio familiar, lavaba carros, hacía mandados y en las mini-convenciones vendía mis números repetidos y los ejemplares en inglés que no me gustaban; además visitaba mercados, peluquerías, tianguis, iba con los pepenadores y a los basureros y hasta puse anuncios en diferentes postes de la ciudad buscando "historietas viejas". Recuerdo que para completar mi colección del Asombroso Hombre Araña de Novedades sacrifiqué mi consola de Nintendo y los videojuegos.

En esa época mi madre me compró mi primer librero de cedro (madera dura), para que no entraran polillas, situación que me sucedió con un viejo librero de pino donde anteriormente guardaba mis cómics .

Las famosas termitas, brocas, polillas, o como gusten llamar a estos desgraciados animales, acabaron con algunas de mis preciadas historietas del Hombre Araña de Novedades. Aunque suene exagerado, lloré como un bebé de brazos cuando vi los cómics desechos.  Quizá quienes leen estas líneas pueda comprenderme o hayan tenido una situación similar.

En 1992 descubrí también las tarjetas coleccionables de Marvel Universe, me hice fan inmediatamente de este otro vicio carísimo que cada semana me dejaba vacías las bolsas del pantalón, ya que además tenía que comprar las micas y las carpetas coleccionadoras, además de que en esos años ya utilizaba las famosas bolsas antiácidos para conservar los cómics y, aunque pareciera que no, era otro gran gasto que hasta la fecha es necesario.

Al pasar los años me convertí en un gran coleccionista de cómics. Mi pasión me llevó a la idea (por inverosímil que parezca) de tratar de tener todo lo que había sido publicado en México en años anteriores, sin importar personaje o antigüedad del cómic.

Así cayeron en mis manos historietas de Paquín, Adelaido, Pepín y Chamaco, publicaciones de Novaro de los años 50 e historietas de diferentes editoriales como La Prensa, Herrerías, Latinoamericana, Sol y un largo etcétera, además de algunas que heredé de mi señor padre y otras que me fueron obsequiadas por mis familiares. Era finales de los 90 y el famoso boom del cómic para mí no terminó, compraba más de 40 títulos mensuales en ingles, además de hardcovers y novelas gráficas.

Más que coleccionista me convertí poco a poco en un completista de cómics, ya que mi objetivo era tener todas las historietas que se publicaban o que se habían publicado en México, y compraba la mayor cantidad de cómics en inglés que mi economía me permitía.

Finalmente llegó un día que eran más los cómics que compraba que los que alcanzaba a leer, y así nació la famosa lista de espera que poco a poco se iba haciendo más grande.

A eso se le suma que me fui a estudiar a Guadalajara y ya tenía acceso directo a la tienda especializada Comicastle, pero ¡pobre iluso! no contaba con que durante los siguientes cuatro años que duró mi carrera profesional me sería imposible seguir comprando cómics porque el dinero que me mandaba mi padre era exclusivamente para transporte, comida y estudios. Nada más.

Como estudiante foráneo lo único que buscaba era sobrevivir con el dinero que con mucho esfuerzo me mandaban mis padres, y pobre de mí cuando decidía irme de juerga el fin de semana porque me quedaba hambreado varios días, ya no digamos si se me ocurría gastar en algún cómic.

Esos poco más de cuatro años de sequía absoluta de cómics fueron los más grises de mi vida comiquera pues no tuve acceso a mi colección, que se quedó en mi ciudad de origen. En mis tiempos libres iba a a Comicastle a leer los cómics nuevos, y así me mantenía al tanto de todo lo que salía.

Sin darme cuenta me convertí en tan sólo un lector de cómics, ya que ni siquiera los compraba, sólo me la pasaba horas en los Sanborns y en esta famosa tienda leyendo y hojeando todos los cómics gringos que pudiera, sin pagar un centavo. Eso sí: jamás maltrate ninguno, siempre los hojeaba con mucho cuidado, ya que era lo menos que podía hacer.

Cuando terminé la carrera regresé a mi ciudad y empecé a trabajar. Ya con dinero en mano retomé con más fuerza que nunca el vicio de los cómics, y durante los siguientes meses visité las tiendas Mundo Vid y algunos tianguis, cazando cuatro años de publicaciones en español que perdí por mi precaria economía como estudiante.

En 2004 empecé a comprar cómics en EBay, Mercado Libre y, posteriormente, en sitios como todocoleccion.com. En los siguientes años me inicié en la comunidad de blogs, grupos, foros y páginas web sobre cómics.

Primero participé como administrador en el foro de La Covacha, en ese tiempo se llamaba el FORO NO OFICIAL DE MARVEL MÉXICO (2006), y posteriormente en el Blog de La Covacha (2007) , donde hice muy buenos amigos y la experiencia fue tan grata que hasta la fecha sigo escribiendo algunos artículos para el mejor blog de fans.

También en 2006 participé como colaborador de SpiderMex.com con mi amigo Juan Tello y logramos completar y documentar todo lo publicado sobre el trepa-muros en México; con ello le propuse crear la página hermana BaulDelComic.com, donde documentaríamos todos los cómics publicados en México ajenos al arácnido de Marvel.

Hasta la fecha ambas páginas siguen funcionando, y aunque no actualizamos seguido, tenemos las ganas de seguir trabajando. Espero que el tiempo, nuestras familias y responsabilidades, nos lo permitan. En años más recientes fui entrevistado para el periódico Reforma de la ciudad de México sobre un artículo llamado los "Poderosos coleccionistas de Cómics", y recientemente fui invitado por Jorge Tovalín para realizar artículos en las  ediciones especiales de Comikaze sobre los 75 años de Batman y para una revista especial sobre Spider-Man.

Hace unos tres o cuatro años decidí dejar de comprar cómics en inglés debido a que el dinero ya no me alcanza, ahora tengo una familia que ha ido creciendo y responsabilidades que limitan mi flujo de efectivo para los hobbies. Sin embargo de vez en cuando compro alguna novela gráfica, TPB's y alguno que otro cómic.

En español, nunca he dejado de comprar, obtengo todo lo que sale, tengo completo casi todo lo que publicó La Prensa, Novedades y Macc, incluyendo los títulos de terror, superhéroes, infantiles y de otros temas. Poseo todo lo que publicó Grupo Editorial Vid, y lo que hasta la fecha han publicado las editoriales como Televisa, Kamite y Bruguera. Además de colecciones casi completas de Novaro, Sol, Herrerías, Latinoamericanas, Proteo y muchas otras.

En la actualidad la lista de espera de lectura de cómics se ha vuelto muy pero muy grande (de varios miles), y siempre con la idea de poder algún día leerlo todo con el dicho de: ¡ya llegara el día de hacerme un espacio! Lo bonito es que siempre tengo algo que leer y puedo escoger.

En conclusión, ahora que tengo más de 40,000 cómics en diferentes idiomas creo que he sido un poco de todo: Coleccionista, lector, completista, vendedor, comprador, intermediario, articulista, bloguero, web-master y administrador de sitios de cómics, y hasta fui dueño de una tiendita física  de cómics y figuras en mi estado que duró 7 años, y que ha sido la única que ha existido en la región, lamentablemente por diferentes causas tuve que cerrarla. 

Para quien lee esto mi mensaje principal es: Nunca he coleccionado cómics por una supuesta inversión.  Simplemente lo hago por el gran placer de leerlos y disfrutarlos, y espero esa pasión me dure el resto de mi vida.

A los lectores nuevos les recomiendo que compren sus cómics para leerlos, para que los disfruten, para que los aprecien, para que los guarden, los mantengan limpios de polvo, aléjenlos de las hermanitas, de las tazas de café, de las mamás, principales recicladoras del papel de los cómics (cuantas historias existen de coleccionistas que dicen; ¡mi mamá me tiró mis cuentitos!) y sobre todo: manténganlos en orden, el mejor pretexto para releerlos, para mí: ¡Los cómics son cosa seria!

6 comentarios:

Manticora Comics dijo...

Excelente reseña!

¡OTRO CASTILLO! dijo...

Grandioso, espero llegar a tener una gran colección algún día, también me apasionan los cómics y no compro todo por creer que pueda revenderlos después, simplemente lo hago porque me satisface y me apasiona hacerlo, el disfrutar cada historia.

Unknown dijo...


Ke tal amigo mi nombre es Tomas Gómez de San Luis Potosí, tengo una colección de más de 1500 cómics en español e inglés principalmente que estoy vendiendo, si te interesa o sabes de alguien que le gustaría comprar o ampliar su colección favor de contactarme por correo tommyprofr@gmail.com o por Face Wizz_comics
Gracias
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Raúl Pantoja dijo...

Muchas gracias Diego y Manticora se agradecen los comentarios.

Duft dijo...

una gran anecdota en verdad! saludos!

Medaka dijo...

Buen articulo!! No tengo mucho que empece a comprar comics, tengo menos de un año de comprar y ya me "asusta" cuanto dinero he gastado, y eso que soy selectivo con lo que compro, pero viendo todo lo que tienes, y que no haz leido D:, me sorprende... Felicidades!! mucho ezfuerzo, se nota el compromiso y el amor por tan gran hobbie!!!!