septiembre 21, 2010

FUEGO LENTO: UN IMPRESCINDIBLE DE LA NARRATIVA GRÁFICA MEXICANA.

“¡Nunca me ha pasado un carajo! Nunca he experimentado con fuerza los dolores, las angustias de la vida. ¡El miedo verdadero! La muerte acariciando mi espalda. No dibujaré nada más hasta que no tenga algo que decir.”


--La intensísima pasión del artista, Fuego Lento, R. Peláez Goycochea, 1998--

Fuego lento es un recopilatorio de las historietas que Ricardo Peláez Goycochea realizo durante la década anterior al año 1998, una de las muestras más interesantes del comic nacional y una obra notablemente bien editada para ser una publicación independiente. Baste decir que es un imprescindible de la narrativa gráfica mexicana.

¿Qué hace tan especial esta antología? Fuego Lento no está diseñado para impresionar, enternecer, repugnar, especular ó alguna de las tantas motivaciones absurdas que han plagado el comic mainstream e independiente en los últimos años. Nada de eso.

Fuego lento está preparado desde el inicio para golpear sin piedad al lector.

Busca paso a paso encontrar el punto débil del espectador, aferrarse a él y no soltarlo hasta lograr alguna reacción notable. Y esto no es una mera casualidad; Ricardo Peláez G. es un antiguo caminante en la calle de la amargura, sabe lo que le está ofreciendo al público y no cobra ningún reparo al ponerlo directamente en la portada con la leyenda de “MADRE SANTA Y OTRAS HISTORIAS PARA LLORAR”. Pero cuando les digo que lo tiene todo planeado no me refiero sólo a las historias, la portada, el dibujo ó la temática; es algo más que esto.

El compendio hace la apertura con la historieta “Madre Santa”, que; creada en colaboración con Erick Proaño Frik en los guiones, ataca directo a la yugular contando una historia inverosímil como la que podríamos observar todos los días en las calles de la ciudad.

“Madre Santa” se encarga de explorar la importancia de la familia dentro de los acontecimientos aislados en una ciudad que bien podría ser el Distrito Federal, Guadalajara ó alguna otra urbe del panorama mundial; otorgándonos una muestra de las mentiras y sentimientos que ocultamos día a día. Y, en el centro de todo esto; la madre, personaje inamovible de la sociedad que se cambia lo mismo para ser una figura amorosa, implacable beligerante, trabajadora infatigable, profeta y en ocasiones asesina de su propia prole.

Después del segmento dedicado a la madre, sigue aquel que es dedicado a la ciudad.

¿Qué otro elemento puede ser más odiado, amado, descuidado u olvidado que el propio entorno al que perteneces? Ricardo es consciente de ello y ha estado atento a la mirada expectante de la ciudad que lo mismo protege ó devora. Es en este momento cuando la verdadera virtud su trazo se destapa ante los ojos de espectador.

De esta forma observamos que la muerte es un asunto solitario de ashurados frenéticos con blancos y negros absolutos, el antojo es un movimiento del ocio en negros absorbentes ó que incluso las lágrimas pueden llegar a ser un material muy limpio, impropio y detallado.

“La ciudad” se convierte rápidamente en un escaparate de historias autocontenidas que van desde ver un patrullero aburrido teniendo sexo con un cadáver recién ultrajado, un asesino dándose cuenta de quién será asesinado, pasando por la noche al tomar protagonismo como un ser que se encarga de arrastrar en su interior la urbanidad completa en un momento en el que la mayoría prefiere soñar, un par de jóvenes drogadictos que atacan demonios sin retroceder un paso e incluso demostrando que no existe historia alguna sin lector probable. Peláez ataca cada aspecto de la ciudad sin olvidarse de lo mucho que está ligada de ella, de lo cruel que es en realidad y sin remordimiento alguno.

Todo con una formalidad notable en las tintas, siempre cambiantes dependiendo de qué tema tenga la historia a contar.

¿Pero cuál podría ser la otra parte fundamental para alguien a quien se le ha contado su entorno y su familia? La respuesta en sencilla, pero no fácil:

El odio, el amor y otros rencores; última parte de este libro.

Y siendo sinceros; qué otra cosa podría ser el amor si no un eterno rencor que se extiende años y años, aún después de que ya no tiene ninguna validez aquel objeto de nuestro sentimiento.

El autor abre la última parte de su colección con la historieta “Mujer”, donde da gala de sus altas nociones narrativas apenas usando palabras y cambiando fugazmente sus estilógrafos entre pasado y futuro, logrando en sólo 5 páginas el inicio, desarrollo y conclusión de una relación; probablemente la historia más importante y definitiva en la vida de la protagonista.

Así en esta última etapa el creador nos acompaña a prestar atención al odio, al amor, al rencor y al olvido (máximo enemigo del intempestivo amor): Una mujer trata de salvar a un hombre que le enseñará que ella no tiene salvación, otra se descubre en una lucha inútil mientras en sueños la catrina deja flores a los fallecidos y una linda amapola harta de la asquerosa personalidad de su marido decide convertirlo en algo un poco más digerible. De igual manera encuentra el recuerdo olvidado de un segundo adiós, muestra la añoranza de un hombre que está decidido a desmentir que los asesinos no extrañan, comprende el amor a los objetos secretos y hace una disección de el desarrollo de una pareja que se encuentra al fin de su ruta.


Mención totalmente aparte del tomo y de esté final de la compilación merece “México-Año cero” dónde el autor toma la base de 6 paneles y una tira cómica por página para contarnos la historia de cinco ó seis personajes diferentes en unas cuantas hojas.

Lo interesante radica en que nunca nos muestra el panorama completo de ningún personaje; es necesario que cada uno tome el lugar en la historia del otro para así tener una semblanza de la situación tan complicada donde se encuentran: Una mujer necesita terminar una relación, un hombre al teléfono le ruega a su amante que lo conforte por la pérdida de un amigo, un joven entra resignado a un café, a un payaso malabarista se le complica la función a medida que toma más bolos para dominar, una indigente trata de descubrir cuál es la molestia de su hijo en brazos y la catrina espera impaciente el momento de su beso fatal.

Una historieta que ocupa cada recurso narrativo a su alcance para contar al lector un relato de amor, decepción, muerte y olvido. Una narrativa gráfica completa diría yo.
La penúltima es una historia muy peculiar sobre un creador de historietas saliendo a la calle decidido a no volver hasta tener algo que contar en sus viñetas. Un recorrido muy interesante que resalta la incapacidad de algunos creadores al buscar inspiración en los lugares equivocados, a tal grado que incluso podrían llegar tener una riña con Dios en persona y aún así no tener nada que decir.



Fuego Lento termina con un experimento narrativo llamado “El sillón”, en donde se revela un día completo del lugar de descanso de una familia; con una viñeta que se repite a si misma crea diferentes ambientaciones, sentimientos y situaciones de diferentes significados en un mismo espacio.

Por último debe ser una obligación comentar que inclusive el mismo autor y sus allegados no se ven exentos de todo el ejercicio que esta narración por sí misma entrega; y es con este objeto donde miramos dedicatorias en donde hace memoria del momento en el que en un asalto su amigo Edgar Clément “casi no la cuenta”, cuando a su compañero de batallas “El Frik” se le juntaron los amores ó a Rafael Fornés, creador cubano que en esos momentos hallaba motivos para seguir vivo.

Ricardo Peláez lo deja claro: Nadie escapa a la influencia de la madre (propia ó extraña), a la brutalidad de la ciudad en la noche, de aquel rencor tantas veces llamado “amor” ó al beso de una solitaria catrina.

Para hacer un resumen yo diría que Fuego Lento es un recopilatorio imprescindible en la historieta nacional, una novela gráfica hecha y derecha, una maravilla logísticamente hablando, una edición cuasi perfecta, un ácido abrasivo a tus sentimientos, una paliza al ingenuo lector y un viaje depresivo por las historias increíbles de todos los días.


Pero también es jodidamente difícil de encontrar; tuve que vender mi alma al diablo por ella.

No me arrepiento.

Les deseo suerte en su búsqueda.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Se oye muy interesante habra que buscarlo para leerlo me llamo el interes

Anónimo dijo...

Solo a ti te interesan estas mamada gayder

Anónimo dijo...

Oigan gente de la Covacha, haganse un favor a ustedes y a los lectores y de una vez por todas apliquen el filtro de comentarios con el que cuenta blogger, van a tener que aprobar o eliminar cada uno de los mensajes que los lectores mandan , pero ni modos, no les va a llevar mucho tiempo hacerlo y yo creo que los lectores vamos a ser comprensivos.

Lo que no quiere decir que ya no se van a aceptar anonimos, si se pueden publicar anonimos pero siempre y cuando se expresen con respeto, usen el filtro en verdad es necesario.

luis

Anónimo dijo...

buena reseña, aunque no entendí si se publico en el año de 1998 o cuando y si el autor sigue activo o ya no

luis

Gaider Abdul Al-Hazred dijo...

Gato con Botas:
Estamos viendo la manera de hacernos de algún ejemplar. Si consigo alguno ya lo publicaré por aquí. Pero por si no conseguimos nada, te recomiendo que lo busques en librerías de usados. Aveces te encuentras con cada joyita a muy buen precio.


luis:

Se publicó en el año 1998, con historietas desde el año 1988 al 1998.

Actualmente el autor sigue activo, y aunque gran parte de su trabajo es con respecto a la ilustración profesional, acaba de salir hace poco un trabajo suyo llamado el informe negro. Está prácticamente en todas las librerías comerciales de México.

Con respecto a lo de los anónimos y el filtro debo decir que ya lo platicamos. Pero básicamente la premisa es que La Covacha es una página libre (Y eso incluye a los Trolls). Además, nos dan "requete hartas" visitas ;P


Saludos!

Anónimo dijo...

Pues visitas a ti no cabron, los que visitan es para chingar al pirantrax y al troll-enanin-chofer-semindiodelasierramazateca, tu eres un pendejo que hasta el dwarf te anda dando zapes

Frente Covacho dijo...

Nuevamente con tus pendejadaz que solo a ti te importan.

Dejemoslo claro, ¿de que sirve que vengas a perder tu tiempo a recomendar una putada de unos pendejines que no son nada ni nadie?

Y si segun esto es muy dificil de conseguir, entonces por que vienes a pender el tiempo, mejor para la otra deja de jalartela un rato y mejor escanealo y subelo pendejo, asi al menos le haras un favor a los muertos de hambre que crearon esta mamada.

Y tenlo en cuenta estamo seriamente a punto de correrte del blog, por que solo aportas puras mamadas, siempre con promesas que ya yas a participar mas y que ahora ya estaras de fijo....puras mamadas mejor y vete a ayudarle a tu jefa en tu casa a lavar trastes que seguro ni eso sabes putito.