[ DIOS AMA. EL HOMBRE MATA ]
Recientemente presenciamos el final de Messiah Complex en México dentro de las paginas de X-Men gracias a Marvel/Televisa. En dicha saga, además de los Equipos X y los Merodeadores, vemos a otro grupo entrar a combate por el nacimiento de la “Mesías”, los Purifiers (los purificadores).
Los Purifiers no son otra cosa que humanos fuertemente armados con el único fin de erradicar de la “tierra de Dios” a los “hijos del Diablo”, los mutantes. Dichas motivaciones tienen principios religiosos y son dirigidos por un hombre: William Stryker.
Muchos recordaran a este personaje por X2: X-Men United, pero no es en esta película cuando se le ve por primera vez, ni su profesión es la de un militar; el “simpático” William surgió en las páginas de los mutantes como un tele-evangelista en la novela grafica llamada: God Loves Man Kills (Dios Ama, Hombre Mata).
De la mano de Chris Claremont, Brent Eric Anderson y Steve Ollif, nos llegó esta novela gráfica allá por el año de 1982; la historia comienza con la presentación de William Stryker un tele-evangelista ingenioso para manipular a las masas por medio de la fe (algo no muy descabellado en realidad); como pasaje de su historia, ayudó a dar a luz a su esposa en plena carretera, pero su hijo resulto ser una aberración, un monstruo -al menos a sus ojos- y este episodio de su vida se convierte en el catalizador de su futura carrera de caza-mutantes.
Stryker y Xavier debaten en TV mostrando el talento que tiene el primero como un verdadero “merolico”, logra ganar en argumentos al Profesor X quien se retira, pero en el trayecto es atacado por un escuadrón y muere -aparentemente- junto a sus acompañantes Cyclops y Storm, pero Logan literalmente “se las huele” que todo eso es un engaño y se embarca en una búsqueda que culmina con el encuentro contra los Purifiers.
A partir de eso la trama se vuelve sumamente veloz y comienza la “belleza” de la misma, se muestra a los Purifiers como una hueste sin sentimientos, asesinan incluso a los infantes solo por ser mutantes; un grupo con un fanatismo tan alto que los vuelve despiadados y se olvidan de las reglas de Dios, por Él cual se supone pelean. La frustración de los mutantes llega a tal que aceptan la “ayuda” de Magneto. Y en todo el traqueteo se demuestra el plan de Stryker, usar a cerebro contra los propios mutantes.
Como se puede ver, de aquí se basaron para la segunda película de los X. Muchos fans clasifican a esta novela gráfica dentro de las mejores historias de los X-Men. La trama es envolvente, y fue fresca en ese entonces, pues si bien los X ya se habían enfrentado a varias facciones de grupos radicales y racistas, nunca se habían enfrentado a un grupo que usara la religión como justificación para sus actos (por lo menos no a este nivel). God Loves, Man Kills es una lectura que a ciencia cierta se las recomiendo con la seguridad que les gustará mucho.
Recientemente presenciamos el final de Messiah Complex en México dentro de las paginas de X-Men gracias a Marvel/Televisa. En dicha saga, además de los Equipos X y los Merodeadores, vemos a otro grupo entrar a combate por el nacimiento de la “Mesías”, los Purifiers (los purificadores).
Los Purifiers no son otra cosa que humanos fuertemente armados con el único fin de erradicar de la “tierra de Dios” a los “hijos del Diablo”, los mutantes. Dichas motivaciones tienen principios religiosos y son dirigidos por un hombre: William Stryker.
Muchos recordaran a este personaje por X2: X-Men United, pero no es en esta película cuando se le ve por primera vez, ni su profesión es la de un militar; el “simpático” William surgió en las páginas de los mutantes como un tele-evangelista en la novela grafica llamada: God Loves Man Kills (Dios Ama, Hombre Mata).
De la mano de Chris Claremont, Brent Eric Anderson y Steve Ollif, nos llegó esta novela gráfica allá por el año de 1982; la historia comienza con la presentación de William Stryker un tele-evangelista ingenioso para manipular a las masas por medio de la fe (algo no muy descabellado en realidad); como pasaje de su historia, ayudó a dar a luz a su esposa en plena carretera, pero su hijo resulto ser una aberración, un monstruo -al menos a sus ojos- y este episodio de su vida se convierte en el catalizador de su futura carrera de caza-mutantes.
Stryker y Xavier debaten en TV mostrando el talento que tiene el primero como un verdadero “merolico”, logra ganar en argumentos al Profesor X quien se retira, pero en el trayecto es atacado por un escuadrón y muere -aparentemente- junto a sus acompañantes Cyclops y Storm, pero Logan literalmente “se las huele” que todo eso es un engaño y se embarca en una búsqueda que culmina con el encuentro contra los Purifiers.
A partir de eso la trama se vuelve sumamente veloz y comienza la “belleza” de la misma, se muestra a los Purifiers como una hueste sin sentimientos, asesinan incluso a los infantes solo por ser mutantes; un grupo con un fanatismo tan alto que los vuelve despiadados y se olvidan de las reglas de Dios, por Él cual se supone pelean. La frustración de los mutantes llega a tal que aceptan la “ayuda” de Magneto. Y en todo el traqueteo se demuestra el plan de Stryker, usar a cerebro contra los propios mutantes.
Como se puede ver, de aquí se basaron para la segunda película de los X. Muchos fans clasifican a esta novela gráfica dentro de las mejores historias de los X-Men. La trama es envolvente, y fue fresca en ese entonces, pues si bien los X ya se habían enfrentado a varias facciones de grupos radicales y racistas, nunca se habían enfrentado a un grupo que usara la religión como justificación para sus actos (por lo menos no a este nivel). God Loves, Man Kills es una lectura que a ciencia cierta se las recomiendo con la seguridad que les gustará mucho.
4 comentarios:
Tu siempre recomendado estas buenas y clasicas historias, esta no la leido pero gracias a tu post me ha interesado buscarla.
Saludos.
y el bukanero? si esto no se publico aqui que onda? ademas esta fuera de impresion desde hace años!
Una de las mejores historiias mutantes que lamentablemente muy pocos conocen (y por ende no la han leído).
Sería bueno que Televisa la publicara en algún momento porque vale muchísimo la pena.
Se ve tan evocadoramente ochentera esa portada, que si me sobraban unos billetes, tal vez le daria una oportunidad. Aaaahh, los ochentas de Byrne-Cleremont, oh juventud, que sano ser de la epoca pre-JimLee (pre-eye.candy)
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